.- La maravillosa manipulación de los cerebros débiles, un acto por demás pueril.
.- Anuncios difamadores en el Metro.
Blas A. Buendía * ___________
Una y otra vez, los tontos útiles del presidente saldrán de sus casas para “sufragar” el referéndum popular para que, en un proceso ilegítimo y netamente anticonstitucional, pedirán juicio político en contra de cinco ex Presidentes de la República que en el pasado abanderaron las causas del neoliberalismo desarrollador, a comparación del remedo de gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, quien ha conducido a toda la Nación, a la desgracia económica, al grado de reflexionar: “Cuando todos los sueños se ennegrecen”.
Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, político ecologista liberal e investigador mexicano, quien ha fungido como funcionario público y activista en el sector privado, siendo además candidato del partido Nueva Alianza en las elecciones presidenciales de 2012, se dejó de tapujos y le espetó sus verdades al aprendiz de comunista, el cual vive en Palacio Nacional.
En el trasfondo de esta propaganda deambula el fantasmal método de Adolf Hitler, quien a través de su publicista Joseph Goebbels, y viceversa, fraguaron e implantaron la auténtica Doctrina de la Manipulación de Masas, tras la toma del poder por los nazis en 1933.
Más aún, en esta etapa contemporánea, los medios masivos de comunicación y las redes sociales han hecho crecer exponencialmente su ya de por sí enorme capacidad de penetración en la mente y la psique de la población. Es pues, la maravillosa manipulación de los cerebros débiles, un acto por demás pueril.
Desde hace 84 años, muchos gobiernos establecieron sus regímenes de la mentira, toda vez que la meta del ministerio nazi, por ejemplo, era asegurar que el mensaje hitleriano fuera comunicado con éxito a través del arte, la música, el teatro, las películas, los libros, la radio, los materiales educativos, y la prensa. Todo esto en la férula de la operación de la pusilanimidad e intimidación social.
La consulta del primero de agosto, cuyo mensaje publicitario desgobierna a la nación al citar que “por la verdad y la justicia, en la consulta popular Vota Sí” -dizque para enjuiciar a los ex presidentes-, para Quadri se trata de una coartada y una farsa. Aclara enfáticamente: “La ley no se consulta. Si tiene algo qué perseguir, que lo persiga, lo puede hacer”.
Esta consulta –subrayó- es solo un ejercicio narcisista y afirmación autocrática. Lo que quiere es distraer la atención del desastre del fracaso total de su gobierno.
Y prosiguió: “Quiere que los mexicanos nos distraigamos con este tema de los ex presidentes, en vez de criticar, evaluar y tomar decisiones con respecto al derrumbe que ha sufrido México con el gobierno del Presidente López”.
A una semana de consumar este ensayo de infantilización radical, Quadri de la Torre hizo un llamado a toda la población para no dejarse engatusar por un individuo que desde que asumió el poder presidencial –y mucho antes cuando se creía caudillo-, si bien nunca ha gobernador como debería de ser, sigue votando por la desestabilización de la Nación, manoseando una guerra de emociones, e impidiendo la racionalización en las personas.
“¡No salgamos a votar!”
“¡No caigamos en la coartada!”
“¡Rechacemos este ejercicio falso!”
“¡No hagamos el papel de los tontos útiles para un gobierno autocrático, populista y con visos dictatoriales!”, aquilató finalmente.
En el campo de investigación periodística, este reportero encontró una diversidad de tiendas de campaña promoviendo este “juicio popular”, en lugares estratégicos de la vía pública, solo que lucían totalmente vacías, más que el empleado que fue contratado para recaudar firmas para dicho efecto.
En mamparas panorámicas se exhibe lo que hoy ya es la clásica ficha signalectica colectiva de los ex presidentes, solo que los anuncios espectaculares que se encuentran en la red subterránea del Sistema de Transporte Colectivo -el Metro de la Ciudad de México- el gobierno federal ha cometió una infracción civil y una violación a la Ley de Funcionario Públicos, en complicidad manipuladora con la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum.
En cada una de las 12 líneas del Metro -sumándose un total de 195 estaciones, a lo largo de 226.49 kilómetros-, se encuentran anuncios espectaculares y cuando menos, se contabilizan hasta 10 desplegados publicitarios en cada una de ellas, dejando entrever que la guerra intestina del gobierno oclocrático de López, se configura como un auténtico violador de las leyes y de la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Incluso, en un sinnúmero de vagones, que tienen una capacidad estándar de 1530 personas por tren, también aparecen anuncios difamadores, sin que la misma dirección del Metro y mucho menos los gobiernos local y federal, expliquen del porqué se han utilizado innecesariamente espacios de orden público, y que se supone son de interés social, más no para cuestiones y inducciones de carácter político.
Reportero Free Lance *