Desde mi foro
José Negrete F. ______
Los rikis, rikinis, canallines, ahora son dos: Anaya y Monreal, quienes parece han desestabilizado, puesto nervioso y tal vez hasta temeroso, al gran tlatoani de los morenos.
Al primero, lo ha mandado perseguir penalmente y al segundo, le ha puesto cuñas para acotar su margen de maniobra y disminuir su influencia política en el senado de la Republica.
Ambas ocurrencias, como la mayoría de todas las que tiene, lejos de dar buenos resultados, solo le ocasionaran mayores contratiempos y debilitaran aún más el escaso poder que todavía conserva el Moctezuma macuspano.
Perseguir a Ricardo Anaya para encarcelarlo, solo ha servido para que el “joven maravilla,” autoexiliado en Los Estados Unidos, logre proyección más allá de nuestras fronteras y pueda seguir haciendo campaña libremente para las elecciones presidenciales del 2024, probablemente hasta con el cobijo de grupos políticos de Washington, que no están de acuerdo con el desgobierno de la Tde4a; además, le ha abierto la posibilidad al “niño azul”, de poder convertirse en el Guaido mexicano, que tanta falta le hace a la oposición en nuestro país.
En cuanto al líder senatorial, Ricardo Monreal, el gran inquisidor ha tenido que realizar varios cambios entre los integrantes de su desgobierno, con el propósito de reducir la influencia política que el zacatecano ha logrado al interior y exterior del Senado de la República.
Primero envío de regreso a la cámara alta, en junio pasado, a Gabriel García Hernández, uno de sus más cercanos colaboradores desde hace 21 años, quien incluso tenía oficina en el mismo Palacio Nacional y fungía como Coordinador Nacional de Programas Sociales, pero al que corrió, según se supo, después de los resultados de las elecciones del 6 de junio.
Ahora, hace unos días, quito de la secretaria de Gobernación, a la ex magistrada Olga Sánchez Cordero, para regresarla a su curul en el Senado y en sustitución, se trajo de Tabasco a “su entrañable amigo”, Adán Augusto López, quien hasta el jueves pasado era el gobernador de ese estado.
Según dicen los que saben, ahora doña Olga será la interlocutora directa entre el Senado y Palacio Nacional, mientras que el “entrañable amigo”, desde la Secretaria de Gobernación, se encargará, a nombre del gran tlatoani, de negociar con partidos políticos, gobernadores, senadores, diputados, líderes sociales, empresarios y hasta con dirigentes religiosos.
Todas esas tareas que los removidos, Adán y Olga, tendrán ahora que desempeñar dentro sus nuevas funciones, las ha realizado, con mucho éxito, durante los últimos tres años, el dócil y leal Riki Monreal, quien además ha logrado que todas las ocurrencias del peje hayan sido aprobadas y convertidas en leyes por el Congreso de la Unión, “sin cambiarles una coma”, habilidad difícil que alguien más pueda superar.
La intención de descabezar a Ricardo Monreal, seguramente se convertirá en un fracaso, porque la gran experiencia que ha adquirido éste, a lo largo de casi cuatro décadas durante las cuales ha sido en tres ocasiones, diputado federal; tres veces senador de la República; Gobernador de Zacatecas y jefe delegacional de la demarcación Cuauhtémoc, en el entonces Distrito Federal, le han permitido crear un enorme capital político, que ahora el zacatecano habrá de aprovechar.
Así las cosas, las estrategias del macuspano contra los Rikis, Rikinis, canallines, se ve difícil de que vayan a prosperar. En principio, el acoso contra Ricardo Anaya, ha sido motivo para que el Partido Acción Nacional, la segunda fuerza política en el Congreso de la Unión, se haya unido como hace mucho tiempo que no lo hacía, lo que no favorece al inquilino provisional de nuestro Palacio Nacional.
En cuanto a la guerra contra Monreal, lo único que va a pasar en el Senado, es una división entre los legisladores de Morena, que de hecho ya inicio, pues a solo unas horas de haber tomado protesta como presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, tuvo su primer enfrentamiento contra el coordinador de los morenistas en la cámara alta, al no ponerse de acuerdo respecto a la pregunta que debe ir en la consulta para la Revocación de Mandato.
Esa división que se prevé entre los legisladores de Morena en el Senado, simpatizantes de Monreal, seguramente también repercutirá entre los morenistas de la Cámara de Diputados, al igual que al interior de Movimiento de Regeneración Nacional, lo cual debilitará aún más al peje Tlaltoani.
Parece que el miedo que los Ricarditos han provocado en el sabelotodo de Palacio, se debe que ya se dio cuenta del error que cometió al haber adelantado con tanta anticipación la carrera hacia la sucesión presidencial, y a su vez, reconocer que su consentida Claudia Sheinbaum, así como su apagafuegos preferido, Marcelo Ebrard, tienen en Anaya y Monreal, a dos verdaderos rivales para el 2024, a lo cuales no podrá controlar durante los próximos tres años que aún le quedan de mandato y que además, serán unas piedras muy incomodas en esos deshaceados zapatos que suele usar.