Gillian Turner ________
La mítica, ahora otoñal diva francesa Fabienne Dangeville (Catherine Deneuve) ha escrito su autobiografía con el título La verdad. Para el lanzamiento del libro su hija Lumir (Juliette Binoche) llega a Paris de Estados Unidos, acompañada por su esposo Hank – “un actor televisivo de segunda” – (Ethan Hawke) y su hija Charlotte (Clementine Grenier).
El libro tiene poco que ver con la verdad. Narra como Fabienne, madre amorosa, recogía todos los días a su hijita de la escuela (cosa que nunca sucedió). Omite por completo toda referencia a Luc, su fiel e imprescindible asistente desde hace 40 años, provocando su indignada y abrupta partida. Tampoco menciona una amiga y rival, también actriz pero ahora fallecida, de nombre Sarah Mondavan, quien aparentemente era muy importante en la vida tanto de Fabienne como de Lumir.
Pero ¿qué es la verdad? ¿Existe la verdad pura, desnuda, real? Todos contamos historias que para nosotros son verdaderas. Probablemente desde nuestro punto de vista tengan algo de verdad. Todos adornamos la verdad, omitiendo siempre las partes incómodas.
Cuando llega la familia de Fabienne a Paris ella está trabajando en lo que quizás sea su última película, llamada curiosamente Memorias de una madre. Se trata de una mujer con una enfermedad terminal que elige vivir en el espacio exterior donde no envejece, regresando a tierra cada siete años para pasar un rato con su hija – que sí envejece. Fabienne interpreta la hija a los 73 años. Claro está, esto provoca problemas: a Fabienne le incomoda actuar en un papel relativamente pequeño en comparación con el rol de la madre, protagonizada por una joven y prometedora actriz (quien además evoca los atributos de la misteriosa Sarah Mondavan).
La verdad es una película de mujeres, y las relaciones e interacciones de las mujeres, con todas sus sutilezas y matices cambiantes. Lo que empieza como una situación confrontacional entre madre e hija, y entre actrices en la película-dentro-de-la-película, evoluciona, cambia y suaviza llegando a ser finalmente más tolerante, más amorosa.
Fabienne es una diva, la quintaesencia de la gran dama, una “movie star” de la vieja escuela. Su hija Lumir, escritora de cine radicada en Nueva York, ha lograda una vida familiar bastante estable con su esposo, actor de televisión, y su pequeña hija. Y Charlotte, la pequeña, une a todos y es una especie de catalizador instrumental en el cambio de actitudes.
Los hombres, todos, son secundarios. Lumir describe a Hank su esposo como “mejor amante que actor”. Fabienne dice de Jacques, su amante de turno, que es “mejor cocinero que amante”. Y ¿qué hay de Pierre, el padre de Lumir? Un encantador viejo hippie, que aparece, repara el teatro de títeres que había construido para Lumir cuando era una niña, y vuelve a desaparecer. Según Fabienne, igual que hacía la bruja del bosque de Vincennes en un cuento infantil, ella le ha transformado en la vieja tortuga que vive en su jardín. Lo puede cambiar de nuevo en hombre por un día. Misteriosamente, ese día la vieja tortuga desaparece.
Así que La verdad es una película divertida, con verdades a medias, un cuento de hadas que se cree a medias, mentiras a medias, apoyada por las excelentes actuaciones de la Deneuve, La Binoche, e Ethan Hawke, sin olvidar a Clementine Grenier como Charlotte.
El director japonés Hirokazu Koreeda, es conocido en México por su película Un asunto de familia que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, 2018, acerca de una familia de ladrones de poca monta, que acogen a una pequeña que encuentran en la calle aparentemente abandonada.
La verdad es su primera película filmada fuera de Japón y en un idioma que no sea japonés – que ha de haber sido todo un reto. Ojalá y este feliz resultado marque el comienzo de una nueva etapa.