.- Siempre ha habido muchos partidarios de lo injusto, de lo viciado por la corrupción, de lo tocado por la injusticia y por la errónea interpretación de la norma, alertó la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México.
Blas A. Buendía _____
En el marco de la filosófica “virtud vs poder”, porque “la justicia vale con mucho otro recuerdo”, la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, se sumó al sentir de ese pueblo mexicano que clama “Justicia!”, porque consideró que la famosa Cuarta transformación, nunca fue “la esperanza de México”.
Bien decía un ilustre jurista de antaño, refiriéndose a la reluciente justicia: “Exeat aula qui volet esse plus; virtus et summa potestas non coeunt”, cuya traslación al castellano significa: “Aléjese de los palacios quien sea justo. La virtud y el poder no coinciden”.
En efecto, afirma la señalada Academia, a través y por medio de este brillante pensamiento, se establece, solidifica y finca un consistente cimiento que separa a la justicia del Poder Ejecutivo.
Con ese saber se afirma la separación y alejamiento que siempre debe de existir entre el gobierno y los jueces para que éstos últimos sean justos, segregación con fuerza tal que sirva de cimiento a la verdadera Soberanía del Estado.
Fundiendo con ello el crecimiento de México, tanto en el ámbito político, como en el jurídico, hoy en día la sociedad debe reorganizarse para sacudirse a esos parásitos morenistas que tienen malos pensamientos al pretender seguir destruyendo la unidad de los mexicanos hasta convertirlos en “comunistas” criminales.
Por ende, si ello aconteciera así, la justicia se transformaría ipso facto en ésta Cuarta Transformación de la Nación por arte de magia en la esperanza de México, superando con mucho la demagogia con la que se expresan ciertos políticos bien identificados que derivan sus actos en actos injustos. De lo contrario, el dominio popular advierte que “la 4T, nunca fue ‘la esperanza de México’”.
La brillante esperanza en la justicia se condiciona, como singular fenómeno, en combatir frontal y verdaderamente a la corrupción e inexacta aplicación de la letra de la ley, hasta hoy no conocida, ni mucho menos combatida.
Pero, en fin, siempre ha habido muchos partidarios de lo injusto, de lo viciado por la corrupción, de lo tocado por la injusticia y por la errónea interpretación de la norma.
En la presente época por la cual transita México, existen muchos personajes dedicados a la política y los cuales efectúan toda clase de equilibrios, buscando fórmulas de lo más sofisticadas para no librarse de lo injusto y de los palacios en que viven, pretendiendo con ello acceder a nuevas fuentes de poder político. Una de ellas, ineficaz desde el estricto punto de vista jurídico, pero útil desde la perspectiva política, misma que resulta ser no combatir la corrupción.
Lo antepuesto no es legal en México, pero para aquellos demagogos es aceptable crear alianzas con la corrupción, como en el pasado se crearon coaliciones con la delincuencia del narcotráfico. En fin, en política, ellos dicen que todo se vale, y es por eso que la frase que empotra el Ejecutivo de manera histriónica y que incurre en el cinismo, al citar que “los delincuentes también son humanos” (sic).
“Cuando México se percate que ya no es posible sostener esas filigranas, nuestra justicia va a prevalecer y solo en ese momento se investigará el fenómeno de la narco-política, cuyo fenómeno día a día se enriquece con empresas inmobiliarias. Al buen entendedor pocas palabras. ¡Es cuanto!, dijo finalmente el abogado Alberto Woolrich Ortiz, quien es presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C.
En síntesis, la 4T (oclocrática) nunca fue “la esperanza de México”. ¡Ha sido toda una tragedia por su incapacidad para gobernar a esta gran Nación!
Reportero Free Lance *
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021
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