Felicitación de la Diócesis de Aguascalientes a los estudiantes

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M.V.Z. Salvador Cisneros Guzmán

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Anoche, después de los trabajos del día entré a la oficina y comencé a escuchar algunas canciones que me hicieron recordar amigos, parientes y hermanos que gustaban de oír esas canciones. Escuché la canción “Rosas en el mar”… Recordé a tantos jóvenes que al final del siglo pasado luchaban por un mundo libre, un mundo en el cual todos tuvieran un lugar, un mundo en el que los totalitarismos no existieran, un mundo en que los jóvenes y adultos pudieran convivir sin lucha de generaciones, un mundo en que el hambre y la guerra no formaran parte de la rutina, y el tema de la paz, fuera importante sólo en un discurso.  En los 80’s, por ejemplo, a través del arte en sus múltiples manifestaciones, se expresaba la esperanza de un mundo fraterno, particularmente en América Latina…, Y pensé precisamente en los jóvenes y en los estudiantes del año 2022. Los estudiantes que ahora para nosotros son esperanza.

  1. La cuestión del ser y aparecer.

En muchas ocasiones se ha hablado del problema de la educación: si los sistemas educativos responden a una época y a las necesidades del hombre de dicha época. Nos preguntamos si una generación determinada podrá luego asumir la responsabilidad y los desafíos que, según “expertos” se presentan… Son muchas preguntas, pero la mayoría no van al ser, sino más bien a una forma de manifestarse en la sociedad y también a unas exigencias socio-económicas y socio-políticas. De acuerdo a esta visión, urge la formación de líderes en dichos temas, para un supuesto bienestar y una supuesta calidad de vida. Pero la realidad a veces nos va diciendo otras cosas. Lo anterior es importante, pero insuficiente. El problema del hacerse va mucho más allá. A mi juicio queda la cuestión si verdaderamente se trabaja por el SER. Los filósofos existencialistas se preguntaban qué estaba pasando con el hombre, preocupado por el avance tecnológico, muchas veces consagrado en cuerpo y alma a la industria, incluso a la industria de un nuevo tipo de hombre y de mujer. A muchos de estos pensadores les había tocado vivir el drama de las dos guerras mundiales: sabían lo que significaba el equivocado uso de la técnica y los altos costos del viraje al pragmatismo. Decía por ejemplo un pensador: “Esa Europa, siempre a punto de apuñalarse a sí misma[1]… A la distancia de casi 90 años de esta frase, hoy mismo se tiene la amenaza de la autodestrucción del planeta.

  1. Reconocimiento y gratitud.

El mundo que nos está tocando vivir, el mundo que les está tocando a ustedes estudiantes, tiene múltiples posibilidades de crecimiento: estamos en lo “disponible”. Desde nuestra habitación podemos conectarnos con bibliotecas y con universidades más lejanas en el momento: los intercambios para poder asomarnos a otras realidades en distintos continentes no son raros; sin embargo queda en el aire la pregunta ¿se es capaz de permanecer en el arraigo de una cultura y de una fe ante tantas posibilidades, no pocas veces ruidosas que ejercen una fuerza seductora a tal grado que pueden vaciar de sí mismo? ¿Se es capaz de tener un dominio sobre la técnica viéndola como mera herramienta para el servicio de la comunidad y no volverse esclavo de esa fuerza impersonal que se convierte en ocasiones en una especie de dictadura? No se trata de negarnos a los beneficios que los avances nos están brindando, sino hacernos siempre la reflexión sobre el rumbo de nuestros pasos, de nuestras decisiones.

  1. El estudiante y su contexto vital.

El estudiante no vive en un mundo etéreo, sino ahí donde se ejerce la libertad y la responsabilidad. A ustedes les ha tocado vivir en el mundo de las controversias y carencia de fundamentos. Parece que se quiere negar por todos los medios, lo típico del  HOMO SAPIENS, para ser instalados en el HOMO CONSUMENS, el que todo adquiere y luego tira, convirtiéndose a veces él mismo en esta pieza consumible. Sin embargo, “El problema de la existencia se presenta como una busca del ser del hombre[2]. He aquí uno de los problemas más difíciles de resolver, porque a fin de cuentas, del concepto que se tenga de ser humano, se sigue  el actuar. Baste señalar cómo se aplicó la idea de  hombre en el tiempo del esclavismo (al cual me parece que con disfraz, estamos retornando), cómo se concibió en el tiempo de los totalitarismos y cómo se  está concibiendo en nuestro tiempo de consumismo y de manipulación. Siempre de acuerdo a una visión se vive, de hecho ahora podemos decir que fácilmente se une la idea de las nuevas tecnologías con la manipulación de las masas. En ese sentido ustedes son desafiados para descubrir con inteligencia cuáles son aquellas cosas que impiden que florezca de verdad la cultura de la vida, del bien.

Pensar en el estudiante es pensar en todos aquellos que no se conforman con lo que la vida de “por sí nos va dando”, sino de aquellos que buscan apasionadamente su LUGAR EN EL MUNDO, y su “relación consigo mismo, con los demás hombres y con las cosas[3],  y la relación más importante: con Dios.

  1. Los estudiantes serán siempre la esperanza para una comunidad.

Estimados amigos: pensar en ustedes es pensar en la esperanza de nuestra comunidad. Ciertamente se invierte tiempo, dinero, personas. Pero la labor de formar es una de las más bellas y de las más nobles. Pero a ustedes les toca responder, para lo cual primero se tiene que escuchar. A veces da la impresión de que se escucha poco y por tanto difícilmente se puede responder… son muchas enajenaciones que esclavizan. El estudiante es el que escucha y habla, porque solamente en el diálogo auténtico se da, se recibe y se compromete.

Los queremos libres, inteligentes, estudiosos y realistas, con vocación al servicio. Especialmente los queremos de fe, superando el desencanto, enfermedad de nuestro siglo.  Estamos ante un vacío de valores y ustedes lo saben muy bien, es necesario cambiar y no tener miedo para hacerlo. El camino del hombre es siempre la búsqueda de plenitud y ésta no se logra sin la recta razón y la honesta búsqueda de Dios. Él les ha dado la vida y una misión, que sólo se descubre en la reflexión y la oración. Dios también nos habla y quiere que como hijos lo busquemos y le encomendemos nuestros pasos. Termino con este bello verso de la Biblia:

Confía en el Señor de todo corazón

y no te apoyes en tu propia inteligencia;

reconócele en todos tus caminos y él enderezará tus sendas” (Prov 3, 5-6)

Feliz día del estudiante.

  1. P. Lic. Rogelio Pedroza González

[1] HEIDEGGER, Martin, “Introducción a la metafísica”, Ed. Gedisa, Barcelona, 1993, p. 42.

[2] ABBAGNANO, Nicola, Introducción al existencialismo,  Fondo de Cultura Económica, México 1980, p. 67.

[3] Idem, p. 69.

23 de mayo 2022.-