El Sastre de la Mafia (The Outfit), 2022 de Graham Moore

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M.V.Z. Salvador Cisneros Guzmán

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Gillian Turner ______

La película se ubica en Chicago en los años ‘50. Leonard Burling es un sastre entrenado en Savile Row, Londres, que ahora despacha en Chicago. Corrección: como Leonard mismo dice – no es un sastre (un sastre pega botones y sube las dobladillas) sino un “cortador”. Como sea, Leonard fabrica hermosos trajes para una clientela no hermosa, pero sí adinerada: los altos vuelos de la Mafia en Chicago. Así que viste al Sr. Roy Boyle, su no muy brillante hijo Richie, el no tan fiel Francis con su compañero Monk, en conflicto eterno con la reina del negocio “de los números”, la bella y abusada Sra. La Fontaine y sus secuaces. Encima de todos está el tenebroso “Outfit” — los verdaderos caudillos de la Mafia en Chicago.

Leonard mantiene un perfil bajo. Es taciturno, se concentra en su trabajo y mantiene la cabeza baja. Su asistente es Mable, la secretaria (quien coquetea descaradamente con el tonto Richie). La tienda de Leonard es elegante pero discreta, de una discreción indispensable. Tanto Leonard como Mable hacen que no se fijan cuando los miembros de la familia mafiosa dejan y recogen mensajes y paquetes usando un buzón instalado en el taller atrás de la mesa donde Leonard corta sus telas.

Todo funciona como una máquina bien aceitada. Los problemas empiezan con un “cassette”, un novedoso aparato que supuestamente trae información y conversaciones grabadas por un posible soplón quien lo quiere vender al FBI. Entonces, surgen las dudas y las sospechas. ¿Quién es el soplón? ¿Quién tiene el “cassette”? Y ¿Dónde quedó el dinero?

Misterio sobre misterio. Sospecha sobre sospecha. Y, claro, tienen que haber cadáveres. La película nos mantiene especulando y adivinando hasta el mero final.

Mark Rylance nos da una actuación impresionante como Leonard Burling. Es fascinante observar como de su personaje se le van desprendiendo las capas. Al principio vemos a un hombre discreto, profesional, pulcro. Al final vemos a un hombre discreto, profesional, pulcro, además de implacable y peligroso.  Nos da la pauta unas enormes tijeras, la herramienta más preciada de Leonard, a las que regresa insistentemente la cámara.

Otro personaje que experimenta una metamorfosis es la secretaria Mable interpretada por una muy talentosa Zoey Deutch. Primero la vemos como una jovencita, que viste discretamente y trabaja duro. Esta niña discreta se va transformando. Es evidente que tiene otra agenda, que anhela salir de Chicago y encontrar su propio camino. Al final ya trae su pelo suelto, se ha maquillado, y su presencia ya es la de una mujer que sabe lo que quiere, y sabe conseguirlo.

Para esta que es su primera película como Director, Graham Moore ha reunido un equipo estelar. La cinematografía se la encargó a Dick Pope, inglés, que trabaja mucho con Mike Leigh. De hecho, fue nominado para el Oscar en 2014, por su trabajo en la película Mr. Turner (acerca del pintor J.M.W. Turner), dirigida por Mike Leigh. La música la hizo Alexandre Desplat, conocido por su trabajo con talentos como Terrence Malick, Kathryn Bigelow, Wes Anderson, para mencionar solamente algunos. Ha hecho una música que acentúa los momentos de tensión, acompaña el drama, más nunca estorba, nunca sofoca, nunca da el mensaje equivocado.

Y ¿quién es Graham Moore? Nacido en 1981 en Chicago, es conocido como el guionista de El código enigma (The Imitation Game), 2014. Su trabajo mereció el Oscar por el “mejor guion adaptado”.

El sastre de la mafia es una película cuya producción, ambientación, diseño del vestuario, música, y cinematografía, son ingredientes cuidados hasta el detalle más pequeño. Y las actuaciones son todas estupendas. Un detalle que me gustó especialmente: los efectos especiales los hizo la compañía Fizz Bang Wallop, Ltd., del Reino Unido.