El Menú (2022) dirigida por Mark Mylod

x
PUBLICIDAD

¿Tienes alguna duda o situación con tu mascota?

M.V.Z. Salvador Cisneros Guzmán

M.V.Z. July Barba Sánchez

Local 108

Tel.: 449 918-4387

Urgencias: 449 110-7792

Gillian Turner _______

Doce adineradas y selectas personas abordan el ferry que los lleva al remoto Hawthorn Island a disfrutar una cena espectacular. Adineradas porque tienen los recursos para poder gastar 1250 dólares por cabeza; selectas porque la cena se sirve a solamente 12 comensales por noche. El chef es “Chef Julian Slowik” ¿Los comensales? Hay de todo: un actor en decadencia con su ayudante/amante; unos financieros de origen dudoso, transacciones turbias, pero de recursos cuantiosos; una crítica gastronómica de renombre; una pareja otoñal; la madre del chef que se sienta sola y se dedica a beber; y la pareja compuesta por Tyler — un joven “foodie” extremista – y Margot, una chica que invitó al último momento cuando su acompañante acostumbrada canceló.

La cena inicia sin mayor novedad; una variedad de exquisiteces servidas por un pequeño ejército de ayudantes, un sommelier cuyas descripciones de cada vino parecen arias de ópera. Los comensales disfrutan los primeros tiempos – incluyendo un platillo “sin pan”, o sea una selección de untables, pero sin pan para untárselo. (“El pan es para la gente común y corriente. Ustedes no lo son,” dice el Chef Slowik).

Luego empiezan los incidentes más extremos, la violencia cada vez más extravagante … aunque pueda que suceda fuera de escena.

Mientras la cena empieza a desmoronarse, mientras las desapariciones multiplican, Margot, la chica invitada casi por error, es la única capaz de ver con claridad que algo anda mal, y que los platillos dejan mucho que desear. “Tengo hambre,” se queja Margot. Y entonces, el Chef Slowick enseña su lado humano. Le prepara una hamburguesa con queso. Se ve deliciosa. Una dulce sonrisa ilumina la cara del chef.

Toda gira alrededor del culto de la cocina como templo, el chef como el sacerdote supremo, los “sous-chef” y ayudantes como los acólitos, o los miembros del coro, siguiendo a su maestro con una lealtad férrea. ¿Y los comensales? Pues, son los feligreses – adorando al sacerdote, aferrándose a cada palabra, derrochando elogios. Un ataque, pues, sobre los “foodies” y el esnobismo alrededor de los restaurantes “super-chic”, y los arrogantes “super-chefs”.

.

 

Para el director, Mark Mylod, este es su primer largo metraje ya que hasta ahora es mejor conocido como director de episodios de varias series exitosas — “Game of Thrones” por ejemplo. El Menú es una película con mucho humor, diálogos chispeantes, y muy buenas actuaciones. Ralph Fiennes como el Chef Slowik es una joya. Adusto, severo, se da el lujo de cambiar su aspecto en un instante: cuando prepara la hamburguesa con queso para la hambrienta Margot. Se suaviza, se sonríe, se relaja por un momento, antes de seguir con su actuación de chef que tiene poder absoluto no solamente sobre los aparatos digestivos de sus invitados, sino también sus vidas. Anya Taylor-Joy es Margot, la única de los presentes consciente de lo absurdo de la situación. Y Nicholas Hoult es un muy convincente Tyler, un “foodie” obsesionado, que prefiere seguir cenando, ajeno a lo que sucede a su alrededor.

En fin, El Menú es una película que divierte, aún con su trasfondo de horror. Tiene un ligero parecido a las novelas y películas de Agatha Christie – una mezcla de humor y muerte.