Bullidero
Jesús Eduardo Martín Jáuregui ________
Me platicaron algunos compañeros universitarios que la semana pasada recibieron un comunicado con la instrucción de que tendrían que hacer declaración patrimonial y declaración de conflicto de intereses, todo ello al parecer por la aceptación de la rectoría de la Universidad Autónoma de Aguascalientes de una recomendación no vinculatoria realizada por el sistema estatal anticorrupción.
La recomendación aceptada por la universidad me recordó la anécdota de la señora aquella que se encontraba buscando las llaves de su coche en la cochera de su casa, la vecina que se unió a la búsqueda le preguntó ¿segura que aquí se te cayeron? No, se me cayeron afuera, pero aquí está mas aluzado. Con tal de justificarse, hacer como que hacen y seguir directrices que, como muchas del sexenio, no son sino distractores de los verdaderos problemas del país, el sistema anticorrupción propuso y le siguieron, la obligación de que, en el gobierno, desde los barrenderos hagan declaraciones de bienes y, ahora, en la universidad, hasta los maestros hora clase.
Me acuerdo que el maestro Raúl Cervantes Ahumada solía hablar de analfabetismo jurídico cuando se malinterpretaban las disposiciones de una ley, digamos, por ejemplo, que la norma estableciera: los servidores públicos deberán pagar sus contribuciones puntualmente, ¡por supuesto! Siempre que las causen, Recuerdo también la orden aquella del presidente municipal de Jacala, Hidalgo, que decía más o menos: “Con motivo de las fiestas patrias, el que tenga puercos que los amarre”. Las leyes deben entenderse y deben aplicarse en un contexto, en circunstancias determinadas y su concreción debe responder a la ratio legis, es decir, a las razones que determinaron la creación de la norma.
En la universidad habemos varios miles de maestros que no vivimos de dar clases, a algunos incluso, mero dato irrelevante, nos cuesta venir a impartir una materia, no tenemos de ninguna manera acceso a los fondos de la universidad, no disponemos de presupuesto, nuestra función es de carácter académico y se agota en el aula y en los espacios de foros o bibliotecas. Mientras el Sistema Anticorrupción se enfoca en maestros universitarios, deja sin terminar investigaciones en las que están involucradas autoridades municipales, legisladores del Congreso del Estado, organismos públicos, asignaciones y designaciones, porque sin duda, como buscar las llaves es más fácil hacer como que se busca y no desvelar la oscuridad de muchas trapacerías de quienes sí tienen acceso a fondos públicos.
Algunos consideramos que decir a la Universidad que hacer y como hacer con sus maestros es una intromisión en la autonomía y una violación a datos sensibles.
Es todo por hoy, hasta una próxima si la hay.