Compartimos Viborianus… LUNES 21 JUNIO 2021. Sigamos alzando la voz, exigiendo Justicia y Paz.
Victoriano Robles Cruz _________
Intentaremos comunicar por qué resulta difícil lograr una aceptación ciudadana, en referencia con el gobierno del cambio, sí el de Carlos Joaquín. Y la vez pretenderemos encontrar las razones para que algunas empresas de encuestas lo lleguen a colocar hasta en un sexto lugar cuando no puede ser real. ¡Asombro entre ciudadanos!
Ciertamente, son diversos los efectos medibles y con crecimiento en la actual administración, acciones distintivas de la administración y que vienen sufriendo los quintanarroenses desde 2016 cuando accedió a esta administración, pero que considera como propios, recursos y patrimonio de los quintanarroenses, así el saqueo ya manifiesto en las diversas denuncias contra la familia en el poder ejecutivo.
Principiaremos con las acciones de mayor crecimiento en el gobierno estatal: el despido de trabajadores burocráticos, la acarreada burocracia de Puebla, Mérida y otras ciudades, los indicadores de la inseguridad (homicidio doloso, feminicidio, extorsión, robo domiciliario, secuestro, entre otros), las acciones atentatorias contra las prestaciones laborales, las deudas a proveedores (y no se pagarán), se ha elevado la desinformación delictiva (ni fiscalía ni seguridad pública informan), el pésimo manejo de la pandemia y también ha crecido el desdén para con los chetumaleños. Estos son algunos de los indicadores con mayor crecimiento del desempeño gubernamental con Carlos Joaquín.
Quizá usted amable lector pueda listar otros indicadores enterrados por el tecleador de la columnilla. Pero no puede negarse la hipocresía del desempeño del gobierno de Carlos Joaquín. Sin entrar en detalles, pero por los resultados electorales recientes, los del 6 de junio percibimos una sociedad informada y hartada del gobierno. Por resultados de la decisión ciudadana en la competencia electoral de los 11 ayuntamientos de la entidad ocho (8) corresponden a la coalición presidida por Morena (hasta ahora, pueden ser 9).
¿Será esta decisión ciudadana una aceptación o rechazo al desempeño de la administración de Carlos Joaquín? Si gozaran de alguna aceptación quizá los resultados hubieran sido invertidos 8 para la coalición comandada por el “gobierno del cambio” y 3 para la coalición de Morena. Pero, no fue así. Los ciudadanos manifestaron claramente su hartazgo al gobierno actual, pues no ha existido interés por proteger a los quintanarroenses, ni de contribuir con el bienestar de los ciudadanos. Recordemos…la sociedad no se equivoca. Y si se equivoca…corrige.
En las elecciones de 2016 le entregaron su voto, ahora se lo arrebataron de manera determinante y soez. El repudio, en parte, es porque se sienten traicionados (compromisos incumplidos) por los enormes despidos laborales y los violentos recortes a sus prestaciones laborales, que aún prosiguen en tiempos poselectorales. Además, en Chetumal ya se ha vuelto costumbre esquilmar a los ciudadanos conductores con retenes para fines recaudatorios y de los cuales ni constancia fiscal entregan al asediado conductor. ¡Sólo en Chetumal sucede!
Ante este terrible fracaso político y con la retahíla de indicadores contradictorios en crecimiento, pues la percepción de aceptación ciudadana se ha degradado o hundido a niveles que rondan el 20%, en el entorno estatal, y de apenas un dígito entre los pompeyenses, en la capital de estado.
Esta circunstancia ha forzado el implementar otras hipocresías políticas para seguir simulando el mundo feliz. La pregunta surge de inmediato: ¿cuántos recursos del erario se utilizan para pagar las amañadas encuestas favorables? ¿Cuánto nos cuesta a los quintanarroenses esos inventos de encuestas? ¿Cuánto es el costo para querernos manipular?
Pretenden que los quintanarroenses asumamos como verdades las mediciones de sus contratadas empresas encuestadoras, pero lamentablemente –para ellos- estas no reflejan los resultados obtenidos en la realidad electoral. Vivimos un bombardeo mediático desde el poder político en el cual hasta se utilizan los medios al servicio de los quintanarroenses para su propia manipulación, independientemente de las franquicias contratadas para el servicio del gobierno. ¿Cómo evitar la ocurrencia de estas conductas ilegales?
Viborita: Mientras, otros inútiles e infecundos legisladores locales, adoradores de la genuflexión, insultan a quintanarroenses, con querer perpetuarse en ese poder legislativo. Ya la ciudadanía organizada les rechaza, pero su terquedad colma los mínimos de racionalidad y asoma el desequilibrado disparate. ¿Enferma el poder político? ¿Será también otro capricho del CJ? ¿Por qué no pensar en la reconciliación con los ciudadanos?
PD.- “8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto”.