Comercio ilegal de divisas en Cuba: la gran estafa

Captura
PUBLICIDAD

¿Tienes alguna duda o situación con tu mascota?

M.V.Z. Salvador Cisneros Guzmán

M.V.Z. July Barba Sánchez

Local 108

Tel.: 449 918-4387

Urgencias: 449 110-7792

La Habana (Prensa Latina).-  «El dólar en Cuba está hoy a…», es una frase muy recurrida por estos días en cualquier parte del archipiélago Cubano al referirse a la cotización ilegal y la curiosidad de muchos es ¿como y quién determina esa tasa de cambio?

Osvaldo Rodríguez Martínez ______

Periodista de Prensa Latina

El mercado negro juega con reglas propias e ilícitas, pero sigue una oculta concertación guiada por el llamado «libre mercado», al cual cierta corriente académica le otorga poderes de regulación mediante «fuerzas invisibles y ciegas».

Tal concepto forma parte de la teoría y práctica de los llamados Chicago Boys (niños de Chicago), colectivo de economistas chilenos que enarbolaron la bandera de la escuela liberal para crear el «milagro de Chile» (calificativo del estadounidense Milton Friedman, mentor del grupo) bajo la dictadura de Augusto Pinochet, pero que la reciente explosión social demostró finalmente su falsedad.

Y la relación con el caso cubano es que, en el actual ordenamiento en la economía de Cuba, el elemento monetario, en particular la falta de divisas resulta el escollo principal para la vida nacional, una debilidad palpable sobre la cual se ensaña por todas las vías posible la guerra económica de Estados Unidos contra el sistema del país caribeño.

En los últimos tiempos, un «control fantasma» sobre el mercado negro interno de divisas dicta a la sociedad cubana desde ultramar tasas de cambio sin sustento racional, como si enarbolara la teoría del monetarismo de Friedman (1912-2006), Nobel de Economía de 1976, basada en la creencia animista de que una «mano invisible» regula las acciones de los hombres y ejerce una influencia sobre el mercado.

Cierto sitio web, con sede jurídica en Polonia, pero con financiamiento estadounidense (según su propia información), cuya política editorial está en consonancia con la plataforma de ataques a la Revolución cubana, se adjudicó la exclusividad de reportar en territorio de la nación antillana o «en tiempo real», cuál es la cotización ilegal del peso cubano (CUP) frente al dólar estadounidense, Euro, dólar canadiense y MLC (moneda virtual cubana para mercado oficial en divisas), entre otras.

Como palabra sagrada, lo que aparezca en el cuadro bajo el título «MERCADO INFORMAL DE DIVISAS EN CUBA (TIEMPO REAL)» es la guía mimética de especuladores, compradores y vendedores ilegales de cualquiera de esas monedas, sin que algún análisis lógico indique o al menos arroje luz sobre causas y efectos de los vaivenes de esas cotizaciones.

Pese a que el sitio de marras propagandiza que «…la calidad de cada contenido en cualquiera de los formatos o géneros y la independencia editorial son medulares…», en su información más consultada y popular, un diminuto ícono de una «i» latina minúscula dentro de un círculo, es un enlace al siguiente texto:

«Los valores de REFERENCIA que aquí se muestran, son el resultado del cálculo de la mediana de los números escritos en ofertas de compra y venta de divisas registradas por nuestro sistema automatizado en sitios web de clasificados y grupos de redes sociales. No son operaciones concretadas, sino expresiones de »deseos» de los actores del mercado informal.

El precio final de la compraventa entre privados puede y suele variar. Insistimos en que los números que mostramos no son la tasa OFICIAL, sino que deben ser tomados solo como REFERENCIA. Más información, clic en el botón de + (sic)».

Y este último enlace lleva a una página donde pueden leerse las conversaciones de algunos grupos en redes sociales, donde ofertas y demandas parecieran avaladas por transacciones posibles de efectuarse sobre la base de una mercancía (dinero) existente y que se refleja en este tipo de expresiones:

«…Tengo dos mil usd Banda azul a 226 / Vendo 100mlc a 205 soy de Marianao / 10 mlc a 195 centro habana al pv / Tengo 300 mlc a 201 #transfer, soy 100% confiable / Tengo 50mlc a 200 / Compro euro a 234 interesado al pv / Compro USD a 225 y euro a 235, soy de plaza no tengo transporte / Compro USD a 220 en centro Habana / Compro euros a 230.Compro USD a 224, Soy de Centro Habana, Interesados al pv, los busco mínimo 100. (sic) …»

En una suerte de mea culpa, tras esas «pruebas» seudocientíficas, los responsables de la web insisten: «Siempre ten en cuenta que los valores que aparecen deben ser tomados como REFERENCIA, pues el precio final del cambio lo fijarán vendedores y compradores cuando concreten una transacción (sic)».

Una investigación periodística confirma sospechas

Prensa Latina, mediante una identidad individual, intentó acercarse a alguna transacción posible, tras conocer por los usuarios de esas redes de fraudes, estafas y baja probabilidad de encontrar a un vendedor real.

En un primer contacto, incluso con llamada a un celular, el supuesto vendedor pedía que la transacción fuese vía bancaria, pero sin contacto presencial con el comprador e insistió en el depósito previo para la compra y ante la negativa, optó por desaparecer, después que otro usuario los acusó de estafadores en el chat público.

Otro «potencial» vendedor aseguró que ya no tenía la moneda ofertada, pero al día siguiente podría cubrir el pedido y solicitó un contacto, pero se esfumó, aunque después repitió su oferta en el grupo dentro del cual supuestamente comercializan divisas.

En la red se pudieron observar quejas similares de quienes buscaban quien les vendiera algunas cantidades de monedas específicas, pero el silencio era la respuesta de varios de los presuntos comerciantes.

La pesquisa de Prensa Latina buscó algunos testimonios de quienes sí lograron su objetivo de adquirir las cantidades demandadas, pero alejados de los grupos que analiza el sitio web para su guía de cotización e incluso en ocasiones pagaron por encima o por debajo de las tasas marcadas por la mencionada guía.

Esas personas, cuya identidad prefirieron mantenerse anónimas, coincidieron en que la explicación de subidas explosivas de las cotizaciones tuvo antes el pretexto de la reciente oleada migratoria que ingresó ilegalmente a Estados Unidos vía Centroamérica, pero perdió sustento la hipótesis por estos días, cuando en otro escenario las tasas tocan récords.

Tampoco tiene sentido hablar de cambios bruscos si la cotización se asocia al valor real del dinero nacional por débil respaldo basado en resultados de la economía local, cuya crisis no tiene los altibajos en concordancia con los vaivenes del trasiego ilegal de divisas, uno de los ingredientes de la inflación creciente.

No obstante, llama la atención que basado en una medición reconocida como endeble por ellos mismos, el mencionado sitio continúe su información (¿engañosa a voluntad?) a un creciente público que logró captar.

El resultado de cualquier mínimo análisis es que los informadores carecen (y así lo admiten) elementos objetivos para asegurar la realización de transacciones, tampoco la existencia real de las ofertas y demandas anunciadas, pues se basan en suposiciones de conversaciones entre identidades muchas veces encubiertas.

Además de la complicidad a distancia de una actividad ilícita, penada por ley en la mayoría de los países, incluido donde están inscritos, en su esencia el mecanismo tiene puntos de contacto con el llamado «Dólar Blue» de Argentina y el «Dólar Today» de Venezuela.

Con esos ilegales métodos intentan liderar las cotizaciones del mercado negro de divisas con el consecuente perjuicio para la población y agresión a la gestión gubernamental en esas naciones.

El refugio de algunos de ellos en territorios extranjeros no debiera garantizar impunidad y las autoridades de sus sedes fiscales están obligadas a investigar para determinar si el soporte informativo de un presunto delito tipifica una supuesta complicidad con el crimen organizado y el lavado de activos.

Ante ese contexto vale recordar una escena de la obra de teatro Hamlet, del inglés William Shakespeare, en la cual el personaje de Marcellus, un guardia del castillo, expresó cuando aparece el fantasma del rey: «Something is rotten in the state of Denmark» (algo está podrido en el estado de Dinamarca).