el galimatías
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.- El deseo de México.

.- —Piense Señor Presidente, siga pensando: piense todo lo que pueda…

.- Claro: ¡Si es que puede pensar! (Le hará mucho bien a México).

.- Frases absurdas de presidentes tontos.

Blas A. Buendía * _______

¿Cómo dejar de pensar en algo que no quiero pensar? Piensa que son solo un conjunto de letras o de imágenes, nada más. Prueba a poner el mismo pensamiento en un idioma que no conozcas, ¿tiene sentido? Seguramente no, entonces, ¿por qué si las letras están en un orden distinto te generan tanto daño?

Es la conceptualización de la materia siquiátrica que muchos médicos definen como “tener a un mundo aparte, recóndito en esas neuronas que se entorpecen ante nebulosas contrarias a los buenos pensamientos”.

El pensamiento es la actividad mental, y, por tanto, cerebral, que tiene lugar en ausencia de la cosa misma sobre la que se piensa. El cerebro no se para nunca pues, mientras funcione, estamos pensando de un modo u otro, o procesando información de manera inconsciente. Una mente sin pensamientos tiene poco sentido, sería algo así como un recipiente vacío y, por tanto, un mero adorno.

Para la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C., al hacer un diagnóstico sociopolítico pero en la plenitud de la facultad del Derecho, se lleva a diversas especificaciones en el galimatías de un presidente que no sabe pensar…

En su proyecto político-jurídico, menciona que es preciso, en estos tiempos, que Usted sepa que: “La justicia es igual para todos”. Pues hay un error en su forma de pensar. Una fe de erratas dirían los entendidos; en lugar de “es” usted piensa que “no es”.

Mientras Usted siga pensando en que “no es”, México asiste absorto ante ese espectáculo de “pensar” —o ceremonia de confusión— por los datos que maneja y nuestra Nación acaba por no entender nada.

Entretanto, los que si piensan corren por desgracia el riesgo de no creer siquiera en la justicia de su Cuarta Transformación de la Nación y en la independencia y honorabilidad de su Fiscal General de la República. Está visto!

Si usted piensa, se percatará bien rápido (aunque ello le cueste trabajo) que por su manera de pensar está consiguiendo un resultado negativo  que está generando un conflicto o enfrentamiento entre nosotros los mexicanos. Los que pensamos y los que no piensan.

Es cierto, por otra parte, que en México existen nacionales que en verdad “sí piensan” y que dada la manera en que usted “piensa”, no existe una aplicación irrestricta de justicia, por lo que los “pensantes” se encuentran obligados en efectuar una defensa de ella.

Es preciso que Usted trate de pensar, sólo trate, que ello puede contribuir a generar nuevamente una confianza en nuestra Justicia y consecuentemente, ¡quizá! en Usted.

Eurípides decía que los segundos pensamientos suelen ser los mejores “posteriores cogitationes sapientores solent esse”.

Si el Señor Presidente llegara a “pensar” que la justicia que se procura en su Cuarta Transformación de la Nación es la forma más degenerativa del ejercicio de su forma de “pensar” en el poder, se percataría que esa forma de “pensar” no es “pensar”; es fracasar. En fin. Lo dejamos que piense.

Mientras el Presidente dice que “piensa”, otros “pensamos” que de hecho, en medio de tantos escándalos jurídico-políticos, de abominables espectáculos que estamos viviendo, con todo México pendiente de que se provea “justicia igual para todos”, nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, parece un enigma más que el suelo y vuelo de la solución precisa para sacar a México adelante.

El México pensante ya no apoya, ni entiende, ni justifica la política de “abrazos y besos” a la delincuencia. Debe romperse con esa forma de “no pensar”.

México requiere, necesita urgentemente la utilización del Derecho como instrumento de profundización para encontrar justicia, corrigiendo desigualdad y desviaciones de aquella forma de pensar de que “el Derecho no es igual para todos”.

Como se ha visto, con aquella forma errónea de pensar se ha olvidado, reducido y degradado a la justicia.

“Señor Presidente, ya deje de pensar así y ahora el deseo de México es que piense que ‘la justicia es igual para todos’. ¡Es cuanto!”, puntualiza Alberto Woolrich Ortiz, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A. C.

De tal suerte, que el galimatías de un presidente que no sabe pensar…, pasa al detector de mentiras, es decir, los arrebatos de su lenguaje oscuro, donde emplea la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas.

Frases absurdas de presidentes tontos

En la red social se acusa que un presidente tiene que ser una persona preparada académicamente y muy inteligente, ya que si cometes algún error debes de saber cómo resolverlo sin que llegues a ser burla del pueblo, porque no se te perdona nada. Sin embargo, la mayoría de los presidentes que llegan al poder de su país, tienden a ser un poco tontos o simplemente se les nota la preparación académica y mental que deben de tener para portar el cargo sin problemas.

Es así como varios presidentes han sido víctimas de muchas burlas por parte de su país, debido a que han cometido errores que les ha costado ser burla de muchos.

Errores como decir frases sin sentido o inventar palabras debido a su mal lenguaje, o simplemente decir cosas que hagan enfurecer a los ciudadanos.

A estos presidentes no les perdonaron una o dos equivocaciones y eso es lo que los coloca en este listado, como los presidentes más tontos por decir frases estúpidas.

¿Tú qué harías sin tuvieras el poder de un país y por equivocación dijeras alguna frase tonta?

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia: “Es un orgullo tener en Colombia al tenista número 2 del mundo, Novac Jorjovic”. Está fue la frase que le significó al presidente colombiano millones de burlas, ya que no supo pronunciar el nombre del deportista.

Ollanta Humala, presidente de Perú: “Me agrada ver que hay algunas mujeres que están con su casco de trabajo, la mayor parte son varones, pero como están con el pelo largo, parecen mujeres”. Fue la frase que muchos peruanos repudiaron después de que su presidente se refiriera a varones que parecen mujer, solo por tener el cabello largo.

Rafael Correa, presidente de Ecuador: En un dialogo con gente indígena de su país, el presidente realizó una pregunta en algún momento, diciendo: ¿Quién fue el estúpido que dijo eso? A lo que le respondieron, Fue usted, señor presidente.

Sebastián Piñera, ex presidente de Chile: Palabras como: “marepoto” y “tusunami” son algunas de las tantas piñericosas, como son conocidas esas palabras que salen de la boca de este ex presidente.

De Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, mejor ni hablamos para no ridiculizar más a México por haber votado a lo bruto por un bruto.

Reportero Free Lance *

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

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